LA NAO DE CHINA
Por Hua-lan Pei-ji
Virgo, Libra y Escorpión recorrieron el cielo esa noche de invierno.
Al norte, Casiopea brillaba como si conociera el destino que esa noche guardaba.
Allá, al otro lado de la oscuridad, otro mundo esperaba.
El galeón se preparaba para surcar los mares del sur.
El viento hinchaba las velas.
La nao de China zarpaba
sin saber
que esa noche
encontraría un destino que no podría ser nombrado con la palabra azar:
sino por ese vaivén de la vida que todo explica y nada explica.
El viento sopla.
Y la nao va.
Y la nao va.
Y la nao va.